La Biblia profetiza que Dios estableció la Jerusalén terrenal como una sombra
para revelarnos su realidad, la Jerusalén espiritual, la Madre celestial.
Por lo tanto, el significado que muchas personas le dan a la peregrinación
a Jerusalén implica, en esencia, que debemos venir a Jerusalén, Dios Madre.
Numerosos profetas han profetizado que la salvación se encuentra en el regreso a la Madre Jerusalén. Además, Cristo Ahnsahnghong dijo: “Yo sigo a la Madre”.
Por lo tanto, aquellos que han leído y oído estas palabras deben venir a Dios Madre, según estas enseñanzas, para ser bendecidos por Dios.
Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.
Gálatas 4:26
Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven.
Y el que tiene sed, venga; y el que quiera,
tome del agua de la vida gratuitamente.
Apocalipsis 22:17
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