Así como el salmón y las palomas pueden regresar a su tierra natal sin importar lo lejos que vayan, Dios dijo: “Pondré mi ley en sus corazones”, y colocó la ley del nuevo pacto dentro de los corazones de la humanidad para que puedan regresar a su eterno hogar celestial.
Hace dos mil años, Jesús sembró las buenas semillas (el Día de Reposo y la Pascua) para conceder a la humanidad el reino de los cielos. Sin embargo, las buenas semillas luego desaparecieron y fueron reemplazadas por la cizaña, es decir, los mandamientos de los hombres sembradas por el enemigo, el diablo. A pesar de esto, los hijos de Dios nunca olvidan el nuevo pacto grabado en sus almas, sino que lo comprenden en su corazón, y vienen a Cristo Ahnsahnghong y a Dios Madre, quienes los guían al reino de los cielos, la patria de sus almas.
He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. […] Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
Jeremías 31:31-33
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