Los miembros de Sion son elogiados por sus sobresalientes logros en sus estudios, servicios voluntarios, y vida de la fe, pero lo más importante entre ellos es su fe en Cristo Ahnsahnghong y Dios Madre, el misterio del reino de los cielos.
Cientos de años después de la muerte del rey David, el profeta Ezequiel profetizó que Dios vendría como David con el nuevo pacto en los últimos días. Cristo Ahnsahnghong, que vino como el David espiritual,
restauró la Pascua del nuevo pacto que había sido abolida en 325 d.C., y nos hizo saber que solo podemos ser salvos cuando acudimos a Dios Madre, quien es la realidad del nuevo pacto.
[…] y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre. Y haré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; […] y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
Ezequiel 37:25-27
He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. […] Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
Jeremías 31:31-33
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