En los tiempos del Antiguo Testamento, todos los pecados cometidos
por el pueblo en el último año, que habían sido transferidos al santuario,
eran entregados al macho cabrío para Azazel en el Día de Expiación, y éste era soltado
por el desierto, llevando los pecados, y moría, poniendo fin al pecado.
El Día de Expiación es una fiesta que nos muestra
el sacrificio de Padre y Madre, que se sacrificaron como la ofrenda de expiación,
e hicieron expiación por nosotros, haciendo a Satanás, que originó el pecado, pagar por todos los pecados.
"Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje..." Isaías 53:10
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